El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, de Tatiana Ţîbuleac

Impedimenta | 2019 | 256 páginas

#Drama #Familia #Memoria

5/5

«Comprendí que se acercaba el final. Mi madre había comenzado en ese momento el viaje hacia el lugar en el que se encuentra ahora. Hacia su estrella en la Osa Menor, hacia su campo de girasoles suspendido en el cielo o tal vez hacia otro universo, donde existe tan solo un Mar Entero de Esmeralda, que de vez en cuando se desmigaja y llega a otros mundos en forma de ojos verdes.»

Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes es la primera novela de la escritora moldava Tatiana Țîbuleac, ¡y vaya debut! Esta historia sobre la reconciliación entre un hijo y su madre después de que ella reciba un diagnóstico terminal ha deslumbrado a la crítica de toda Europa. En España se ha llevado reconocimientos como el Premio Las Librerías Recomiendan (CEGAL) o el Premio Cálamo al mejor Libro del año 2019. A veces, cuando un libro genera tanto revuelo quizá tiendo a leerlo con una actitud un poco más crítica de lo normal… Pero esta es una obra que está a la altura de las expectativas y que, considero, merece toda la aclamación que se ha llevado.

La novela gira en torno a un adolescente, Aleksy, cuya relación con su madre al principio se nos presenta en muy malos términos. El joven, que sufre alguna clase de trastorno psiquiátrico no especificado, no ha sido capaz de perdonar a su progenitora la distancia que nació entre ellos tras la muerte accidental de su hermana pequeña. El arranque de la historia, narrada en primera persona por Aleksy, es bastante impactante: una corriente de odio puro que de primeras puede echar para atrás al lector. Pero ¡no dejes de leer! Ver cómo todo ese rencor se transforma en comprensión y perdón a medida que pasas las páginas te conmoverá.

Tras descubrir que tan solo le quedan unos meses de vida, la madre de Aleksy decide que pasarán el verano en una casita alquilada en un pueblo de Francia. Este idílico paraje rural será el escenario en el que madre e hijo se reencontrarán y conseguirán dejar atrás la rabia y la tristeza acumuladas por una vida de pérdida y dificultades. El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes trata multitudes de temas muy duros, desde familias rotas, traumas y enfermedades mentales hasta descripciones implacablemente realistas de los estragos del cáncer. Pero todo ello desde una humanidad, tan emotiva como despiadada, que consigue convertir el dolor en arte a través de las palabras de la misma forma que Aleksy lo hace a través de sus cuadros.

La novela no está narrada de forma lineal, sino que salta entre el momento presente y ese último verano que Aleksy pasó con su madre. El joven, convertido en un artista de renombre y atormentado por una serie de circunstancias que iremos descubriendo a lo largo del libro, rememora sobre aquellos meses como una forma de terapia. La nostalgia impregna todas las páginas, pero de una manera sincera, visceral, lejos de idealizaciones. 

La manera de escribir de la Tatiana Țîbuleac es uno de los principales méritos de El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes. Sin ahorrar en crudeza, siendo incluso cruel, consigue sin embargo que la impresión final que nos deja la obra sea de ternura. A ratos poética, a ratos directa como una bofetada, la autora consigue un equilibrio muy difícil entre la belleza y la honestidad a través del lenguaje y de las imágenes que invoca, sobre todo las que giran en torno a los ojos verdes que menciona el título.

Así que sí, sin duda: El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes es un libro que se merece su hueco en tu estantería, y Tatiana Țîbuleac uno de los grandes descubrimientos de la literatura contemporánea. Recientemente se ha publicado en español su segunda novela, Jardín de vidrio (también por la editorial Impedimenta), ¡y podéis estar seguros de que está en nuestra lista de pendientes!

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Elena

Mis cosas: dramas de época 🎬, libros 📚, demasiado café ☕ y siestas que te dejan más cansadx que antes 😴.

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