Cómo leer más (y mejor)
- By: Elena
- On:

Quizás esta historia te suene: lector/a voraz en la infancia y la adolescencia, empiezas a leer cada vez menos… Hasta que un día te das cuenta de que llevas años diciendo que te encanta leer pero, en realidad, no lees un carajo.
A lo mejor has empezado la universidad y leer se ha convertido más en una tarea para clase que algo que hagas por placer. O con el trabajo y las relaciones de pareja tienes cada vez más responsabilidades, más compromisos…
Al menos, eso es lo que me pasó a mí. Una vez perdido, retomar el hábito de la lectura requiere tiempo y paciencia. Y, sobre todo, mucha determinación. Estos son los pasos que me ayudaron en mi objetivo de volver a leer, ¡ojalá te ayuden a ti también!

1.- Ponte retos realistas
Pasar de cero a cien es muy complicado. Tienes más posibilidades de éxito si avanzas poco a poco pero de manera constante. Por eso es mejor proponerse metas humildes (al menos un libro al mes, por ejemplo): tienes más posibilidades de cumplirlas, te sentirás menos frustrado si te quedas corto, y si las superas ¡bienvenida, gratificación personal!
También es importante ponerse metas pequeñas a corto plazo: leer al menos 15 minutos cada día, por ejemplo. ¿Sabías que una persona lee un promedio de unas 300 palabras por minuto, más o menos una página? Eso significa que, con solo un cuarto de hora de lectura diaria, en poco más de dos semanas podrías haberte leído Orgullo y prejuicio, Cumbres borrascosas o El diario de Dorian Gray. Si lo piensas así, ¿a que parece al alcance de la mano?

2.- Mide tu progreso
Creo que una de las cosas que más me ayudó fue empezar a llevar un registro de lo que leía que me ayudara a visualizar cuánto había avanzando en mi meta, cuánto me quedaba y a qué ritmo tenía que progresar.
En este sentido, los retos de lectura como los que permiten establecer Goodreads o Babelio son la forma más fácil de saber de un golpe de vista qué tal vamos con nuestro objetivo personal. ¡Pero no se trata de obsesionarse con los números ni convertir lo que tiene que ser un placer en una carrera contrarreloj! Al reducir lo que puede parecer una tarea titánica a una serie de hitos cuantificables, se vuelve más manejable.
3.- Participa en una comunidad
Cuando me dije en serio eso de «tengo que leer más», decidí abrirme un perfil en Goodreads para organizar mis lecturas y compartirlas con amigos que se hubieran propuesto lo mismo que yo. Más tarde creé este blog de reseñas, me abrí un perfil de bookstagram, me uní también a Babelio… Y llevo un tiempo barajando la idea de empezar a formar parte de algún Club de Lectura de los que abundan por Instagram.
La idea es clara: otros lectores pueden servirnos de inspiración, sugerirnos títulos interesantes, animarnos a cumplir nuestro reto de lectura… ¡Hay muchas comunidades de lectores ahí fuera esperando a darte la bienvenida!

4.- Amplía tu biblioteca
Seguro que tienes un montón de libros por leer que has ido acumulando a lo largo de los años… Entonces, ¿por qué sugiero que consigas todavía más? Puede que los títulos que cogen polvo en tu estantería ya no te motiven porque tus gustos han cambiado, o que sencillamente no te apetezca leerlos en este momento por su temática, su longitud, su estilo… Por eso puede venir bien renovar tu librería: intercambia libros con amigos, dale una oportunidad a géneros o formatos nuevos (como el ebook, el audiolibro, la novela gráfica..), hazte con libros más cortos, ligeros o actuales, etc.
Las suscripciones literarias merecen una mención especial. Estas iniciativas te envían libros directamente a casa con una determinada periodicidad (mensual, por lo general) y de diferentes temáticas. Yo en concreto me suscribí a la cajita de Bookish, ¡y creo que también fue una gran ayuda!

Ojo, tener acceso a más libros no es necesariamente comprar más libros. De hecho hay un nombre para el fenómeno de adquirir libros nuevos que nunca leemos: tsundoku (pronto escribiré una entrada sobre esta práctica). Porque a veces compramos de forma impulsiva, movidos más por el consumismo que otra cosa. ¡Aparte de que igual no nos lo podemos permitir! Por eso también es hora de volver a darle una oportunidad a tu biblioteca local. Yo me apunté a la mía años después de mudarme aquí, pero desde entonces ¡no dejo de sacarle partido!
5.- Convierte la lectura en un hábito
Entiendo que la palabra «rutina» puede sonar horripilante, pero en mi caso fue clave para volver a leer de forma constante. Una de las cosas más difíciles es encontrar «el momento» para leer, y a veces hace falta forzarlo: sencillamente escoge uno ¡y cíñete a él! Puede ser antes de dormir, a la hora de la comida, en un trayecto en transporte público que hagas habitualmente…
Este último fue el mío, por cierto, y muchos días paseaba un libro de casa al trabajo y vuelta sin ser capaz de superar la pereza de abrirlo. Pero pese a ello todas las mañanas lo echaba al bolso y cargaba con él, hasta que me cansaba de acarrear aquel peso muerto para nada y me decidía a leerlo.

Y recuerda: al final, no hay reglas para disfrutar de la literatura, elegir qué libros leemos o cómo compartimos (o no) nuestras lecturas con los demás. Tampoco hay atajos mágicos para adquirir el hábito de leer. ¡Así que lo más importante es no agobiarse! Puede que lo que funcionó para mí no funcione para otros, pero siempre merece la pena intentarlo.
¿Tienes otras ideas que nos ayuden a leer más? ¿Has puesto en práctica alguno de estos consejos? ¡Cuéntanoslo!

Elena
Mis cosas: dramas de época 🎬, libros 📚, demasiado café ☕ y siestas que te dejan más cansadx que antes 😴.